Este primer ensayo MOV 1 en un tiempo donde la perfección digital domina la estética —cada imagen correctamente expuesta, enfocada y congelada con una nitidez quirúrgica— decido mirar hacia otro lado. Este trabajo pensado en digital y formato analógico 35 mm, en color, nace como una pequeña rebelión: una lucha íntima contra la tiranía de la definición máxima. Aquí el movimiento, el desenfoque ocasional, el azar y el error no son fallas, sino parte del lenguaje. Reivindico el ensayo como forma de búsqueda y la imperfección como gesto auténtico. No busco controlar cada fotograma, sino dejar que algo se me escape. Porque a veces, es justo ahí donde aparece lo verdadero.